Menú de la Semana


Tenemos disponibles dos menús mensuales diferentes, llamados de verano y de invierno, los cuales se repetirán mensualmente hasta la implantación del siguiente. Actualmente se está sirviendo el menú de "invierno", que podéis consultar a continuación.
- Los menús publicados pueden sufrir cambios tanto en su día de aplicación como en alguno de sus ingredientes debido a problemas con los proveedores.

- A continuación os informamos de hábitos saludables a desarrollar así como de información alimentaria y nutritiva, a través de una pirámide alimentaria.











- El almuerzo escolar es una parte importante del menú diario y semanal que realizan vuestros hijos/as, para ayudaros a conseguir un menú sano y equilibrado os dejamos algunos consejos para la preparación de las cenas.
Aquí os dejamos algunos consejos para realizar una cena adecuada:
– Incluir en las cenas verduras, hidratos de carbono y proteínas, pero elegir alimentos que no hayan comido al mediodía, para lograr la máxima variedad de alimentos en la dieta. Por ejemplo, las carnes deben complementarse con pescado o huevo y viceversa, para que al final de la semana se haya consumido los diferentes grupos de alimentos.
– Suplir las carencias del menú escolar, introduciendo alimentos que son impropios de los comedores, como:
§  Verduras enteras
§  Pescados azules
§  Huevos frescos y enteros
– Incluir como postre fruta o lácteos, teniendo en cuenta que las recomendaciones para estas edades son tomar 2 o 3 raciones al día de lácteos y 2 o 3 raciones de frutas.
– Evitar la ingesta de productos grasos y productos precocinados, como por ejemplo:
§  Patatas fritas precongeladas
§  Hamburguesas
§  Salchichas Frankfurt
§  Barritas de pescado
§  Nuggets
§  San jacobos
§  Croquetas
§  Empanadillas
– Ofrecer agua como bebida.
– Si algo no les gusta, ponerles menos cantidad y no forzar demasiado.
– Realizar la cena en familia.
– Intentar que las cenas sean siempre a la misma hora.
– Cenar temprano para evitar que se vayan a la cama nada más comer.
– Hacer las meriendas al menos 3 horas antes que la cena, evitando los snack y chucherías, que hacen que los niños lleguen con menos hambre a la cena.

Esperamos que estas recomendaciones te sean de utilidad. Y recuerda, ¡solo se necesitan unos pocos minutos para diseñar las cenas de cada semana y así conseguir que los niños estén más sanos!


Paso 1: Conocer qué grupos de alimentos deben estar presentes en las comidas principales.
Aunque la comida del mediodía suele proporcionar el aporte de energía y nutrientes más elevados que la cena, ambas ingestas deben de estar compuestas por los mismos grupos de alimentos (tal y como se indican en el cuadro).
  • Verduras u hortalizas: 150-200 g por ración ya sea en forma de ensalada, verduras o hortalizas.
  • Hidratos de carbono complejos: 50-80 g por ración ya sea en forma de pan, legumbres (garbanzos, judías, habas, guisantes…), cereales (arroz, pasta, quínoa, cuscús…), o bien unos 300 g de patata.
  • Proteína: 100 g de carne, 120 g de pescado o marisco y uno o dos huevos.
  • Fruta o producto lácteo: intentando potenciar los postres bajos en calorías y los bajos en grasas poco saludables.
Paso 2: En la cena incluir alimentos diferentes a los ofrecidos en la comida para diversificar la dieta.
En el siguiente cuadro que os presentamos a continuación, os indicamos los diferentes grupos de alimentos con las recomendaciones de consumo semanal. En base a estas recomendaciones variaremos las cenas, intentado llegar a las raciones recomendadas semanalmente de cada grupo de alimentos.
Por ejemplo, si sabemos que para comer han tomado ensalada, macarrones con carne picada y queso gratinados, y un yogurt de postre; para la cena podríamos darles una crema o puré de verduras, un trozo de tortilla de patatas y cebolla, y una pieza de fruta de postre. Así estamos variando el tipo de alimento que aporta proteínas e hidratos de carbono de una comida a otra.

Paso 3: Combinar las cocciones.
En función de cómo cocinemos los alimentos aprovecharemos más unos nutrientes u otros o bien aumentaremos su aporte calórico (por ejemplo, cuando comemos un tomate crudo aprovechamos mejor su aporte en vitamina C, ya que esta vitamina es sensible a la cocción, pero no su aporte en licopeno, antioxidante que para activarse necesita la acción del calor). Por este motivo, es interesante usar distintos tipos de técnicas culinarias saludables como la plancha, brasa, microondas, hervido, vapor, horno e intentar limitar las frituras y rebozados a dos veces por semana como máximo ya que aumentan el contenido en grasas y calorías de los platos.
Paso 4: Practicar con el ejemplo.
No podemos pretender que nuestros hijos coman bien, si nosotros delante de ellos hacemos todo lo contrario. Por eso es necesario inculcar hábitos de vida saludable a la familia empezando nosotros mismos a tener hábitos saludables y dar ejemplo a nuestros hijos.

Por otro lado, planificar las cenas en base el menú escolar, no solo facilitará la compra sino que, a la vez, asegurará una alimentación equilibrada y adecuada y proporcionará a nuestros hijos un buen estado nutricional y un crecimiento óptimo. También  es importante para ayudar a que se adquieran unos hábitos alimentarios saludables y que éstos se mantengan en la edad adulta. Ya veis, que si aplicáis estos cuatro pasos, es muy fácil conseguirlo. ¡Ahora solo falta ponerlo en práctica!



* Este comedor escolar dispone de la información sobre los alérgenos (sustancias susceptibles de provocar algias o intolerancias alimentarias) presentes en todos los alimentos que aquí se elaboran. Dicha información está a disposición de los tutores de los comensales.